Choche. EstudioEstres.

14 de diciembre de 2009

Preocupación de los padres de hoy sobre los cuentos

Este es un apunte que he encontrado en un blog (http://lavidaexagerada.blogspot.es/i2009-03) y que puede hacer referencia a lo que piensan alguno padres y madres cuando leen los cuentos clásicos a sus hijos. Por ello, es importante saber lo que estamos leyendo y no dejar de hacerlo, sino sacar los valores sobre los que debemos hacer hincapié cuando eduquemos a los más pequeños.
¿Qué hay realmente detrás de los cuentos infantiles?

Vengo de leer a mi hija por enésima vez el cuento de Blancanieves y mi abyecta mente no ha podido dejar de reparar en las sombras que se esconden tras esta historia de amor.

Narcisismo: el origen de la trama es el desengaño narcisista de la madrastra destronada por su hija en el podium de la belleza.

Parricidio: la madrastra ordena el asesinato de la joven y posteriormente lo reitera en primera persona envenenamiento de manzana mediante.

Zoofilia: los siete enanitos tienen una relación no resuelta con los animalillos del bosque.

Locura: los enanitos se enajenan y no asumen la muerte de Blancanieves. Así la depositan sobre un lecho de flores cual óleo prerrafaelita.

Venganza: los enanos persiguen y acorralan a la reina hasta lograr su muerte despeñada.

Milagro: el cadáver de la joven permanece incorrupto y aunque no se aclara el tiempo transcurrido, debe ser signo de beatificación inmediata.

Necrofilia: el príncipe se encuentra el cadáver y lo besa (esa es la versión que conocemos). No hay más preguntas. El despertar subsiguiente debe elevar a la santidad a nuestra beata.

Machismo: Blancanieves limpia y cocina para los enanos. Además sigue a su príncipe y se casa sin que sepamos cuales son sus verdaderos sentimientos. ¿De verdad vivieron felices y comieron perdices?.

1 comentario:

  1. El blog que has encontrado tiene gracia, es bastante destroyer, en fin que casi no deja títere con cabeza. No sé si los padres/madres piensan en lo que transmiten los cuentos en este sentido, ahora bien, no estaría mal que pensaran o al menos que los educadores lo hicieran...

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